Fondo Verde

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Fondo Verde

Julia Carabias Lillo  ||  Reforma  ||  12 de junio 2008

México ha asumido un ejemplar liderazgo a nivel internacional en materia de cambio climático. Hace algunas semanas el presidente de la República lanzó una propuesta a todos los países para la creación de un Fondo Mundial Contra el Cambio Climático, llamado Fondo Verde. Se trata de una propuesta profunda que, actualmente, se debate en diferentes foros y ha sido recibida con gran interés. En caso de tener éxito, puede marcar otro parteaguas en el tema del cambio climático.

El Protocolo de Kioto establece que los países del Anexo I (países desarrollados y con economías en transición) deben reducir las emisiones de gases efecto invernadero (GEI) en un promedio de 5.2 por ciento con respecto a 1990 para el periodo 2008-2012. Para facilitar el logro de esta meta se crearon mecanismos de mercado que ayudan a disminuir los costos económicos de implementar las medidas necesarias. Uno de estos instrumentos es el Mecanismo para un Desarrollo Limpio (MDL), con el cual los países del Anexo I pueden pagar a países en vías de desarrollo la implementación de procesos productivos limpios, que disminuyan emisiones de GEI, las cuales se abonan a favor del país financiador.

La ventaja del MDL es que promueve la sustentabilidad ambiental de los países en desarrollo. Pero tiene la desventaja de que sólo compensa la reducción de emisiones entre los países que acuerdan un proyecto, es decir, con esta acción no se amplía la reducción de emisiones a escala global, únicamente se compensa.

Por otro lado, las metodologías para certificar proyectos MDL son tan complejas que muy pocos países han podido beneficiarse de este mecanismo. Además, en el MDL no participa el país que más emisiones de GEI produce, Estados Unidos, por no haber ratificado el Protocolo de Kioto.

El Fondo Verde propuesto por México no interfiere con los esquemas aprobados en el Protocolo de Kioto, más bien es un instrumento complementario. Se basa en el principio de las responsabilidades comunes pero diferenciadas. Surge bajo el reconocimiento implícito de que ya que una gran parte de los países Anexo I están actuando para cumplir con su compromiso de reducir las emisiones de GEI que les corresponde, toca ahora, también, a los países en desarrollo contribuir a la mitigación del cambio climático, en función de sus propias responsabilidades y capacidades. De lo contrario, si no participan todos, es un hecho que continuará incrementándose el calentamiento global.

El Fondo Verde pretende ser un esquema financiero, acordado en forma multilateral, cuyo objetivo general consiste en fomentar acciones para enfrentar el cambio climático y, en particular, aumentar la escala de los esfuerzos globales de mitigación. Es decir, incluye a todos y no sólo a los países del Anexo I.

Todos los países que formen el fondo deberán contribuir económicamente a éste, bajo criterios objetivos que reflejen las responsabilidades y capacidades de cada uno. Así, por ejemplo, los países que más emitan GEI deberán contribuir en mayor proporción al fondo. Pero en ello hay que considerar también el principio de equidad de que todos los habitantes del planeta tenemos el mismo derecho de beneficiarnos del servicio ambiental que presta la atmósfera al absorber parte de los GEI. Por ello, es necesario ponderar en los criterios el tamaño de la población de cada país, así como su capacidad económica.

Un ejemplo sirve para aclarar lo anterior. Estados Unidos y China son los países que más emisiones producen (5 mil 816.9 y 5 mil 59.87 millones de toneladas de CO2, respectivamente), pero mientras que en Estados Unidos estas emisiones las generan 298 millones de personas, en China corresponde a mil 315 millones. Es decir, las emisiones en Estados Unidos son de 19.5 toneladas por persona, mientras que en China son de 3.8, lo cual debe reflejarse en las aportaciones de cada país al fondo.

La apuesta es que el fondo cuente, en un inicio, con 10 mil millones de dólares anuales, los cuales beneficiarían a todos los países que hayan contribuido a éste. Pero, mientras que los países desarrollados contarán con topes para la obtención de fondos, los países en desarrollo podrán acceder a mayores recursos de los que aportaron.

La propuesta de México del Fondo Verde está encaminada a convertirse en un compromiso vinculante, surgido de un consenso global, para ser adoptado en la XV Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que se celebrará en Copenhague a fines de 2009.

Este liderazgo que México está teniendo a nivel internacional tiene, sin duda alguna, que corresponder al esfuerzo nacional de aplicar estrategias sobre vulnerabilidad, mitigación y adaptación. Estamos a la espera del anunciado Programa Especial de Cambio Climático (PECC), en el cual todas las Secretarías deberán comprometer metas concretas, acompañadas de plazos claros y financiamiento suficiente, para ser cumplidas durante el resto del periodo de la presente administración. Esperamos que no sea más de lo mismo y que se vea reflejado un verdadero esfuerzo adicional. Ojalá el presidente de la República revise muy de cerca con su gabinete la elaboración del PECC, para garantizar que los compromisos sean los máximos que el país puede realizar y hagan honor al reto mundial lanzado por México del Fondo Verde.