Los grandes maestros
Los grandes maestros
Julia Carabias Lillo || Reforma || 05 de enero 2013
En la 26 Feria Internacional del Libro de Guadalajara, el Centro Universitario de la Costa Sur (CUCSUR) de la Universidad de Guadalajara celebró el "Coloquio Internacional sobre Biodiversidad, Recursos Naturales y Sociedad". Se trató de un fascinante encuentro con los fundadores de la ciencia de la ecología en México, el doctor Gonzalo Halffter, el doctor Arturo Gómez-Pompa y el doctor José Sarukhán, para recordar, opinar, narrar episodios desconocidos para la audiencia, aclarar eslabones perdidos en la historia, reflexionar sobre el futuro y, al hacerlo, enseñar.
Muchos son los atributos que destacan en estos tres hombres de ciencia: su inteligencia, su calidad humana, su compromiso con México y, sobre todo, su espíritu creativo e impulsor de procesos que derivaron en instituciones, académicas y de gestión, y en la formación de capital humano.
La contribución del doctor Halffter ha sido muy relevante en el área de la conservación de los ecosistemas. Participó en el Programa del Hombre y la Biosfera de la UNESCO desde donde propuso el concepto de reserva de la biosfera en su "modalidad mexicana", que integra la conservación con el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales para el desarrollo social. A fines de los setenta, promovió las primeras reservas de la biosfera en México (Montes Azules, Mapimí y Michilía) que viraron la política de conservación, la cual, en 2000, culminó con la creación de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas y de su Consejo Nacional; el doctor Halffter fue el primer presidente de este Consejo. Además, fundó el Instituto de Ecología A. C. en Xalapa.
El doctor Gómez-Pompa inició las investigaciones sobre ecología aplicada con la Comisión de Dioscóreas, y fundó, años después, el Instituto Nacional de Investigaciones sobre Recursos Bióticos. Conocí al doctor Gómez-Pompa en 1975 cuando, siendo yo estudiante de la carrera de Biología, nos informó sobre la devastación que el gobierno estaba emprendiendo en la selva del Uxpanapa. Unas semanas después, estábamos en las calles protestando; la destrucción de esa selva se consumó, sin embargo, ese fue el comienzo de los movimientos sociales por la defensa del medio ambiente en el país. Al inicio de la década de los ochenta, propuso la creación de una institución especializada para la gestión ambiental; aunque no resultó como él la concibió, su propuesta derivó, en 1982, en la creación de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología.
Por su parte, el doctor Sarukhán tuvo la visión y el tino de impulsar la formación de jóvenes en la investigación ecológica básica; hoy, la mayoría de ellos son científicos de primera línea que influyen en múltiples instituciones académicas. Promovió la creación del Instituto de Ecología de la UNAM y, en 1992, la fundación de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, a la cual convirtió, siendo su coordinador nacional, en la mejor institución mundial en su género. Al doctor Sarukhán lo conocí cuando, siendo él titular de la Coordinación de la Investigación Científica de la UNAM, el rector le encargó atender a los estudiantes y profesores revoltosos de la Facultad de Ciencias que habíamos parado la maquinaria que se encontraba destruyendo lo que, como resultado de esas pláticas, logramos que luego fuera la Reserva del Pedregal de San Ángel.
Los grandes maestros cerraron el diálogo con un mensaje, que editado, versa más o menos así: "En México tenemos alto nivel científico; en el mundo entero se reconoce su calidad, pero con esa calidad, ¿por qué estamos tan mal? Una de dos, o los científicos no saben cómo… comunicarse, o los tomadores de decisiones no tienen interés en mezclarse con la ciencia para usarla como mecanismo de solución de los problemas (AGP)". "La única manera sensata y honesta que tenemos para hacer ver que las cosas se están haciendo mal…es tener la mejor información, la más sólida y honesta posible (JS)". "Hay una sociedad egoísta, hecha en el consumismo más desaforado, que desarrolla las creencias más exóticas y más intolerantes… No solamente (hay que) salvar el medio ambiente, (sino también) salvar el medio de vida civilizado y humano… Tenemos que ayudar a educar a la gente. No hay manera de que los políticos cambien si no tienen una sociedad que les demande un cambio, y si la sociedad no está convencida de que se requieren esos cambios, nunca va a hacer la presión adecuada. Yo invito a los jóvenes a iniciar una nueva revolución (GH)".
Un emotivo momento se suscitó cuando el doctor Sarukhán, emocionado, interrumpió súbitamente su intervención para anunciar la entrada, al repleto auditorio, de la respetada doctora Luz María Villarreal de Puga, investigadora de la Universidad de Guadalajara, quien muy pronto cumplirá 100 años de edad. El público irrumpió en un largo y meritorio aplauso.
Al cierre del evento el CUCSUR otorgó, muy merecidamente, el reconocimiento Naturaleza, Sociedad y Territorio Abate Juan Ignacio Molina al doctor Arturo Gómez-Pompa.
Fue un privilegio vivir este encuentro con la historia de los tres grandes maestros.
Fuente: Hemeroteca
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