Una guía para comunicadores sobre el uso de drogas
Una guía para comunicadores sobre el uso de drogas
José Sarukhán Kermez ǀǀ El Universal ǀǀ 28 de noviembre de 2014
La Fundación Gonzalo Río Arronte I.A.P. (FGRA) lleva el nombre de su fundador, don Gonzalo Río Arronte, empresario mexicano, sobrio y austero, con una seria conciencia social, dedicado a la fabricación de dulces, quien en 1993 legó su fortuna para establecer la Fundación, cuyo propósito es el apoyo a tres importantes temas: la salud pública, el correcto aprovechamiento del agua y los problemas generados por las adicciones. En esas áreas, la Fundación (de la que me honro en ser uno de los miembros de su Patronato) ha apoyado desde el inicio de sus actividades al final del siglo XX numerosos proyectos que pueden ser consultados en www.fgra.org.mx/. Dejó establecida también la Fundación Rio IBP que se dedica a apoyar a jóvenes oriundos de los estados de Puebla y Tlaxcala en sus estudios superiores.
Hace dos días, la FGRA, en su comité de adicciones, presentó una Guía del Comunicador con información sobre los trastornos de los usuarios de drogas de todo tipo; la guía fue elaborada por un grupo de expertos convocados y coordinados por la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y los Delitos (UNODC) en México y la FGRA ha financiado su publicación.
Según el Reporte Mundial de la UNODC (2013), alrededor de 240 millones de personas consumieron cannabis, opiáceos (heroína y opio), cocaína o estimulantes de tipo anfetamínico por lo menos una vez durante el año precedente. De esta cifra, 27 millones son usuarios problemáticos, es decir, viven enfermos a causa de su consumo. En 2012, mientras que 6 millones murieron a causa del tabaco y 2.5 millones por causa del alcohol, alrededor de 200 mil personas murieron a causa del uso de otras drogas. La UNODC ha subrayado la importancia de la información como el pilar de las acciones acerca de las drogas, a fin de difundir mensajes claros y fundamentados en datos científicos, que permitan al ciudadano tomar decisiones responsables y racionales.
La Guía del Comunicador trata de dotar a los profesionales de la comunicación de una herramienta que les permita tratar el tema del consumo de drogas con lenguaje técnico apropiado; es una guía de trabajo honesta y apegada a la información científica y reúne los insumos informativos indispensables. Contiene tres partes: la primera presenta recomendaciones concretas para facilitar la labor de los comunicadores para transmitir mensajes eficaces y precisos acerca del complejo fenómeno del consumo de drogas; la segunda informa sobre el impacto del consumo mundial y nacional de las principales drogas y sus efectos a corto y largo plazo. Inicia con las drogas de mayor consumo: el alcohol y el tabaco y les siguen la mariguana, cocaína, crack y las de tipo anfetamínico, éxtasis, catinonas (“sales de baño”) y heroína. Por último, el uso indebido de inhalables y las drogas de prescripción médica. La tercera parte provee datos útiles como los síntomas que permiten detectar uso de drogas, así como contactos de instituciones para obtener información más detallada.
Además de la descripción detallada de cada droga, hay un apartado de recomendaciones a los medios sobre su oficio de comunicación, tales como: ser un promotor de estilos de vida activa y saludable; no limitarse a informar de los daños que producen las drogas en la salud; no vincular el consumo de alcohol, tabaco, mariguana y otras drogas, con estilos de vida deseables, lo cual promueve su consumo; dar a conocer medidas exitosas de prevención y disminución de daños como el programa Conduce sin alcohol o Espacios 100% libres del humo de tabaco; no presentar el consumo de drogas como algo “normal” en la vida de las personas, ya que se promueve la tolerancia y aceptación de su uso y abuso; no emplear imágenes explícitas de personas consumiendo estas sustancias, ni de las formas de su consumo; al difundir cifras y estadísticas referentes o relacionadas a estas sustancias, asegurarse de consultar estudios respaldados por organizaciones ampliamente reconocidas y especializadas en la materia, citando sus fuentes, con el fin de difundir información confiable, actual y científica sobre este problema.
A mis lectoras interesadas en el tema les recomiendo entrar a la siguiente liga para consultar la guía: http://www.fgra.org.mx/guia‐del‐comunicador.html.
Este es un esfuerzo loable del grupo de expertos convocados por la UNODC y abona a la fructífera labor de la FGRA para el bien de México.
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