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ASEA reconoce que desmonte en Dos Bocas no tiene autorizaciones

Sin autorizaciones de impacto ambiental ni cambio de uso de suelo forestal, la empresa Sistemas Empresariales del Golfo realizó el desmonte

La Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) confirmó que el desmonte de 230 hectáreas de manglar para la nueva refinería de Dos Bocas, Tabasco, se realizó sin autorizaciones de impacto ambiental y cambio de uso de suelo, por lo que ordenó medidas correctivas y de urgente aplicación a la empresa Sistemas Empresariales del Golfo. Por su parte, la Conabio acredita la existencia de manglar antes del desmonte

Ordenan parar desmonte en Dos Bocas

Nacional – El Diario de México, 14 de diciembre 2018

Ciudad de México— La Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) confirmó que el desmonte de 230 hectáreas de manglar para la nueva refinería de Dos Bocas, Tabasco, arrancó sin autorización de impacto ambiental ni cambio de uso de suelo.

Por ello, ordenó medidas correctivas y de urgente aplicación a la empresa Sistemas Empresariales del Golfo, entre ellas detener el desmonte o cualquier otra actividad que modifique las condiciones del terreno.

La Conabio, por su parte, acreditó la existencia de manglar antes del desmonte.

Luego de una inspección en el predio donde se ubica el proyecto del Gobierno federal, la ASEA dio un plazo de 30 días para que la compañía realice un estudio sobre el daño ambiental ocasionado por el desmonte.

También ordenó frenar actividades de desmonte o cualquier otra que pueda modificar las condiciones del predio necesarias para recabar evidencia para el análisis de impacto ambiental.

Además, emplaza a la empresa para que, en un plazo de 60 días, acredite que obtuvo autorización de impacto ambiental y cambio de uso de suelo en terrenos forestales, con base en los estudios técnicos justificativos que determina la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable.

Reforma publicó hace unas semanas que la nueva refinería, uno de los proyectos estratégicos anunciados por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, se construirá en un terreno cuya vegetación forestal fue destruida sin contar con permisos ambientales.

Tras una denuncia promovida por el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), el pasado 4 de diciembre la ASEA llevó a cabo una visita de inspección al predio ubicado en el Municipio de Paraíso.

Mea culpa

De acuerdo con las actas 00034 y 00035, durante la visita la empresa Sistemas Empresariales del Golfo reconoció que inició el desmonte el pasado 8 de septiembre.

Sin embargo, no exhibió los permisos de impacto ambiental ni cambio de uso de suelo.

«Se presume la probable vulneración a lo dispuesto por el artículo 155 de la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable y que, de actualizarse dichas hipótesis, conllevarían a una o más sanciones.

«La empresa deberá exhibir la autorización en materia de impacto ambiental para la construcción de refinerías petroleras y cambio de uso de suelo de áreas forestales en el predio visitado», dice el documento de la ASEA.

Gustavo Alanís, director del Cemda, consideró que las actas de la ASEA evidencian que la Secretaria de Energía, Rocío Nahle, miente al asegurar que sí hay dictámenes de impacto ambiental.

«Rocío Nahle está faltando a la verdad, se está queriendo agarrar de otras supuestas autorizaciones en materia de impacto, pero que no tienen nada que ver con la construcción de la nueva refinería», señaló.

El Gobierno federal, dijo, debe garantizar el cumplimiento de los ordenamientos ecológicos.

«Si quieren hacer el proyecto de la refinería, tienen que cumplir con el estudio de daños que está pidiendo la ASEA y hacer una compensación de daños», añadió Alanís.

Señalan pifias de Nahle

La Academia Mexicana de Impacto Ambiental (AMIA) señaló inconsistencias de la Secretaria de Energía, Rocío Nahle, quien aseguró que sí existen dictámenes de impacto ambiental para construir la nueva refinería de Dos Bocas.

En un pronunciamiento, la AMIA destacó que el predio donde se construye la refinería está catalogada como zona con vegetación de manglar, con base en la carta del uso de suelo y vegetación en escala emitida por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), así como la carta de zonas forestales de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).

«Nahle menciona que los permisos fueron extendidos por el Gobierno estatal y municipal, cuando debieron haber sido emitidos por la Semarnat», indicó.

Reiteró que las autorizaciones de impacto ambiental y cambio de uso de suelo que Nahle presume tener, otorgadas en 2007 para instalar entre 30 y 70 pozos de extracción de crudo, son permisos para un proyecto específico y no son transferibles.

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