Conmemorando a las abejas
Conmemorando a las abejas
Rafael Robles de Benito || La Jornada Maya || Miércoles 16 de mayo, 2018
Un llamado urgente a la conciencia
El 20 de mayo se conmemora el día mundial de las abejas. Esta efeméride invita a una serie de reflexiones. En Europa y en buena parte de América del Norte, las abejas se encuentran entre los principales polinizadores de muchos cultivos, y de muchas especies de la flora silvestre. En el caso de países que, como el nuestro, incluyen porciones tropicales en su territorio, y son además megadiversos, quizá podría decirse que las abejas son solamente unas cuantas especies de polinizadores más, junto con otros insectos, murciélagos y aves. Pero eso no les resta importancia; y es que no son solamente polinizadores, son un pilar relevante para el desarrollo rural de muchas partes de México, y especialmente de la península de Yucatán. De su actividad derivan productos alimenticios, medicinales, cosméticos y artesanales.
Estas especies (y lo digo en plural porque no se trata únicamente de la abeja europea, introducida en nuestro país desde el Siglo XVII, y por tanto ya con “carta de naturalización”, sino también de las abejas nativas, como las meliponas y trigonas, o abejas mayas) deberían ser extremadamente valoradas por todos, y deberían ser objeto de nuestros cuidados. Pero más bien lo que parecen enfrentar es cierto desprecio: han sufrido los embates del arribo de las abejas africanas, y tanto las colmenas como los apicultores han logrado adaptarse a ellos más o menos eficazmente; padecen durante las sequías, y durante los eventos hidrometeorológicos de alcance catastrófico; se ven impactadas por la utilización excesiva de agroquímicos, especialmente en el caso de la producción de cultivares genéticamente modificados (y aunque no mueran las colmenas, los apicultores enfrentan el riesgo de ser excluidos del mercado internacional por la presencia de plaguicidas en la miel). Y encima, padecen de muchas maneras los efectos del cambio climático global.
La modificación del clima traerá consigo también la modificación en la distribución de muchas especies de flora y otras sufrirán cambios en su fenología; esto es, florecerán en épocas en las que antes no florecían. Estos cambios serán determinantes para la vida de las abejas: no encontrarán flores en los períodos apropiados para mantener su ciclo de vida, o las tendrán que buscar en regiones donde anteriormente no acudían. ¿Variará el patrón de distribución de los apicultores?, ¿serán simplemente condenados a la inactividad? Ya desde ahora no puede decirse que sean particularmente prósperos, pero creo que se puede afirmar que, si se ven en la necesidad de adaptarse a las condiciones que impondrá el cambio climático sin el apoyo decidido del estado, estarán condenados a sumirse en una pobreza más lacerante aún.
Así las cosas, conmemorar el día mundial de las abejas no es una celebración: es más bien un llamado urgente a la conciencia, a dar la batalla por la conservación de las abejas, y a solidarizarnos con los apicultores. Por eso me ha dado tanto gusto encontrarme con que en Mérida, en el parque de la Alemán se llevará a cabo el Primer Festival Internacional de las Abejas. Este evento, que durará casi todo el domingo, me resulta doblemente valioso: no solamente responde a la necesidad de llamar a la conciencia de los más diversos actores sociales acerca de la importancia de proteger a las abejas y la actividad apícola, sino que ha sido organizado totalmente por jóvenes. Yo tenía la impresión de que había una suerte de adormecimiento de la conciencia entre la juventud, pero eventos como el de este fin de semana prueban sin cortapisas que estaba equivocado. Me alegra. Ojalá que participe mucha más gente el domingo de la que esperan estos chicos. Ojalá que sean multitudes.
Fuente: https://www.lajornadamaya.mx/2018-05-16/Conmemorando-a-las-abejas
Mérida, Yucatán
roblesdeb1@hotmail.com
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