Manejo integrado del paisaje
Tierras, aguas, costas, recursos naturales e infraestructuras
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El paisaje como mosaico socio-ecológico
Un «paisaje» es un sistema socio – ecológico que consiste de un mosaico de ecosistemas naturales o modificados por Homo sapiens, con una configuración topográfica, de vegetación, de uso de suelo, de infraestructuras y de asentamientos humanos, característica, influenciada por procesos ecológicos e históricos, así como por las actividades económicas y culturales del área. La mezcla de cobertura y tipos de uso, la composición del paisaje, usualmente incluye tierras agrícolas, vegetación nativa, pueblos y ciudades. El arreglo espacial de los diferentes usos de suelo y tipos de cobertura configuran la estructura del paisaje, mientras que las modalidades de gobernanza influyen en sus características.
Dependiendo de los objetivos de gestión de los actores involucrados, las fronteras del paisaje pueden ser discretas o difusas, pueden corresponder con límites de parteaguas, cambios drásticos de altitud, distintos tipos de vegetación, o límites jurisdiccionales. Debido a esta amplia gama de factores, un paisaje puede incluir áreas de cientos y hasta decenas de miles de kilómetros cuadrados.
El enfoque paisajístico tiene que ver con procesos a gran escala que se integran de manera multidisciplinaria, combinando la gestión de recursos naturales con consideraciones ambientales y de subsistencia. El enfoque considera las actividades humanas y sus instituciones como parte integral del sistema y no como agentes externos. Esto permite reconocer que la causa directa de muchos problemas puede no ser local, por lo que la agenda de desarrollo requiere intervenciones de todos los actores para negociar e implementar acciones de gestión.
Este enfoque es multifuncional en la medida que despliega un conjuntos de conceptos, instrumentos, métodos y enfoques que ofrecen la posibilidad de lograr objetivos económicos, sociales y ambientales múltiples, mediante procesos que reconocen, reconcilian y establecen sinergia entre intereses, actitudes y actividades de múltiples actores.
Manejo integrado del paisaje
El manejo integrado del paisaje constituye un enfoque que implica necesariamente la colaboración a largo plazo de múltiples y diversos grupos de administradores o propietarios de tierras, recursos e infraestructuras, con objeto de lograr diversos objetivos a escala del paisaje. Típicamente, lo anterior incluye, inter alia: producción agrícola; provisión de servicios ecosistémicos (como regulación de flujos hídricos y calidad del agua, polinización, regulación climática, producción de alimentos, adaptación a impactos de fenómenos naturales, etcétera); protección de la biodiversidad; belleza paisajística; identificación cultural; amenidades recreativas; así como subsistencia local, salud pública y bienestar. Es interés de los actores involucrados resolver los problemas comunes, reducir costos por pérdidas o deterioro, así como fortalecer sinergias entre objetivos diversos a escala del paisaje. Y como los paisajes con sistemas socio-ecológicos acoplados, la complejidad y el cambio constituyen propiedades inherentes que requieren manejo integrado.
La experiencia muestra diversidad de enfoques en la gestión integrada del paisaje, con diferentes motivaciones, procesos y arreglos institucionales, pero todos requieren de la participación de los actores relevantes, de negociación alrededor de objetivos y estrategias, así como de capacidad adaptativa basada en el aprendizaje colectivo. Así, el manejo integrado del paisaje es el manejo de sistemas productivos y recursos naturales en áreas suficientemente grandes para producir servicios ecosistémicos vitales, y suficientemente limitadas para poder ser administradas por los usuarios de la tierra y tutelares de esos servicios.
Debe pues distinguirse claramente que no es lo mismo operar en un paisaje o a escala de paisaje, que hacerlo de tal manera que se cumplan simultáneamente objetivos múltiples para la gestión integrada del paisaje. Durante la última década, muchos actores involucrados han centrado su atención en cómo desarrollar un enfoque que permita integrar la producción agrícola a la seguridad alimentaria y han identificado cinco elementos críticos para lograrlo:
- Objetivos de gestión compartidos y acordados que impliquen múltiples beneficios (todo el rango de bienes y servicios requeridos) del paisaje;
- Prácticas de campo, agrícolas y forestales diseñadas para que contribuyan a lograr múltiples objetivos, incluyendo bienestar, producción de alimentos y fibras, mitigación del cambio climático, así como conservación de la biodiversidad y de los servicios ecosistémicos;
- Administrar las interacciones ecológicas, sociales y económicas entre las diferentes partes del paisaje de tal manera que se establezcan sinergias positivas entre intereses y actores, se logren adecuados mecanismos de compensación, así como se minimicen efectos negativos;
- Colaboración en la toma de decisiones y las acciones comunitarias, compromiso comunitario para el diálogo, la planeación, la negociación y el monitoreo; e
- Mercados y políticas públicas que se ajusten a la obtención de la diversidad de objetivos paisajísticos y de requerimientos institucionales.
Manejo integral costero
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Políticas e instrumentos
El ODS15, «Gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación, detener y revertir la degradación de las tierras y detener la pérdida de biodiversidad», plantea doce metas orientadas a conservar, restablecer y utilizar de manera sostenible los ecosistemas terrestres y humedales, para asegurar que continúen proporcionando servicios ambientales para la economía y el bienestar humano. Prevé que para 2020 estará plenamente establecida la gestión sostenible de bosques y para 2030 la lucha contra la desertificación y pérdida de suelos. Considera prioritario, para 2020, reducir la degradación de hábitats naturales y la fragmentación de ecosistemas, poner fin a la caza furtiva y al tráfico de especies protegidas, así como prevenir y reducir las invasiones de especies exóticas. Confirma que los beneficios derivados del uso de recursos genéticos deben distribuirse de manera justa y equitativa. Enfatiza el acrecentamiento de recursos financieros para la conservación de la biodiversidad y compromete a que, en 2020, los valores de los ecosistemas y de la biodiversidad se habrán integrado en la planificación nacional y local.
El ODS2: «Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible», plantea los siguientes objetivos:
2.1 Para 2030, poner fin al hambre y asegurar el acceso de todas las personas, en particular los pobres y las personas en situaciones vulnerables, incluidos los lactantes, a una alimentación sana, nutritiva y suficiente durante todo el año.
2.2 Para 2030, poner fin a todas las formas de malnutrición, incluso logrando, a más tardar en 2025, las metas convenidas internacionalmente sobre el retraso del crecimiento y la emaciación de los niños menores de 5 años, y abordar las necesidades de nutrición de las adolescentes, las mujeres embarazadas y lactantes y las personas de edad.
2.3 Para 2030, duplicar la productividad agrícola y los ingresos de los productores de alimentos en pequeña escala, en particular las mujeres, los pueblos indígenas, los agricultores familiares, los pastores y los pescadores, entre otras cosas mediante un acceso seguro y equitativo a las tierras, a otros recursos de producción e insumos, conocimientos, servicios financieros, mercados y oportunidades para la generación de valor añadido y empleos no agrícolas.
2.4 Para 2030, asegurar la sostenibilidad de los sistemas de producción de alimentos y aplicar prácticas agrícolas resilientes que aumenten la productividad y la producción, contribuyan al mantenimiento de los ecosistemas, fortalezcan la capacidad de adaptación al cambio climático, los fenómenos meteorológicos extremos, las sequías, las inundaciones y otros desastres, y mejoren progresivamente la calidad del suelo y la tierra.
2.5 Para 2020, mantener la diversidad genética de las semillas, las plantas cultivadas y los animales de granja y domesticados y sus especies silvestres conexas, entre otras cosas mediante una buena gestión y diversificación de los bancos de semillas y plantas a nivel nacional, regional e internacional, y promover el acceso a los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos y los conocimientos tradicionales y su distribución justa y equitativa, como se ha convenido internacionalmente.
2.a Aumentar las inversiones, incluso mediante una mayor cooperación internacional, en la infraestructura rural, la investigación agrícola y los servicios de extensión, el desarrollo tecnológico y los bancos de genes de plantas y ganado a fin de mejorar la capacidad de producción agrícola en los países en desarrollo, en particular en los países menos adelantados.
2.b Corregir y prevenir las restricciones y distorsiones comerciales en los mercados agropecuarios mundiales, entre otras cosas mediante la eliminación paralela de todas las formas de subvenciones a las exportaciones agrícolas y todas las medidas de exportación con efectos equivalentes, de conformidad con el mandato de la Ronda de Doha para el Desarrollo.
2.c Adoptar medidas para asegurar el buen funcionamiento de los mercados de productos básicos alimentarios y sus derivados y facilitar el acceso oportuno a información sobre los mercados, en particular sobre las reservas de alimentos, a fin de ayudar a limitar la extrema volatilidad de los precios de los alimentos.
El ODS6: «Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos», plantea 8 metas:
6.1 Para 2030, lograr el acceso universal y equitativo al agua potable, a un precio asequible para todos.
6.2 Para 2030, lograr el acceso equitativo a servicios de saneamiento e higiene adecuados para todos y poner fin a la defecación al aire libre, prestando especial atención a las necesidades de las mujeres y las niñas y las personas en situaciones vulnerables.
6.3 Para 2030, mejorar la calidad del agua mediante la reducción de la contaminación, la eliminación del vertimiento y la reducción al mínimo de la descarga de materiales y productos químicos peligrosos, la reducción a la mitad del porcentaje de aguas residuales sin tratar y un aumento sustancial del reciclado y la reutilización en condiciones de seguridad a nivel mundial.
6.4 Para 2030, aumentar sustancialmente la utilización eficiente de los recursos hídricos en todos los sectores y asegurar la sostenibilidad de la extracción y el abastecimiento de agua dulce para hacer frente a la escasez de agua y reducir sustancialmente el número de personas que sufren de escasez de agua.
6.5 Para 2030, poner en práctica la gestión integrada de los recursos hídricos a todos los niveles, incluso mediante la cooperación transfronteriza, según proceda.
6.6 Para 2020, proteger y restablecer los ecosistemas relacionados con el agua, incluidos los bosques, las montañas, los humedales, los ríos, los acuíferos y los lagos.
6.7 Para 2030, ampliar la cooperación internacional y el apoyo prestado a los países en desarrollo para la creación de capacidad en actividades y programas relativos al agua y el saneamiento, incluidos el acopio y almacenamiento de agua, la desalinización, el aprovechamiento eficiente de los recursos hídricos, el tratamiento de aguas residuales y las tecnologías de reciclaje y reutilización.
6.8 Apoyar y fortalecer la participación de las comunidades locales en la mejora de la gestión del agua y el saneamiento
El ODS14, «Conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible», plantea diez metas destinadas a mejorar la conservación y el uso sostenible de los océanos y sus recursos, de tal modo que para 2025 se haya reducido drásticamente la contaminación marina (particularmente de nuevas entidades materiales, nitrógeno y fósforo). Plantea que para 2020 deberá haberse establecido la gestión sostenible de los ecosistemas marinos y costeros y frenado la acidificación de los océanos, existirá una reglamentación que ponga fin a la pesca excesiva e ilegal, estarán prohibidos los subsidios que fomentan la sobreexplotación pesquera y al menos un 10% de la superficie marina y costera se encontrará bajo régimen de áreas protegidas para la conservación.
El ODS11, «Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles», plantea diez metas:
11.1 Para 2030, asegurar el acceso de todas las personas a viviendas y servicios básicos adecuados, seguros y asequibles y mejorar los barrios marginales
11.2 Para 2030, proporcionar acceso a sistemas de transporte seguros, asequibles, accesibles y sostenibles para todos y mejorar la seguridad vial, en particular mediante la ampliación del transporte público, prestando especial atención a las necesidades de las personas en situación vulnerable, las mujeres, los niños, las personas con discapacidad y las personas de edad
11.3 Para 2030, aumentar la urbanización inclusiva y sostenible y la capacidad para una planificación y gestión participativas, integradas y sostenibles de los asentamientos humanos en todos los países
11.4 Redoblar los esfuerzos para proteger y salvaguardar el patrimonio cultural y natural del mundo
11.5 Para 2030, reducir de forma significativa el número de muertes y de personas afectadas por los desastres, incluidos los relacionados con el agua, y reducir sustancialmente las pérdidas económicas directas vinculadas al producto interno bruto mundial causadas por los desastres, haciendo especial hincapié en la protección de los pobres y las personas en situaciones vulnerables
11.6 Para 2030, reducir el impacto ambiental negativo per capita de las ciudades, incluso prestando especial atención a la calidad del aire y la gestión de los desechos municipales y de otro tipo
11.7 Para 2030, proporcionar acceso universal a zonas verdes y espacios públicos seguros, inclusivos y accesibles, en particular para las mujeres y los niños, las personas de edad y las personas con discapacidad
11.8 Apoyar los vínculos económicos, sociales y ambientales positivos entre las zonas urbanas, periurbanas y rurales mediante el fortalecimiento de la planificación del desarrollo nacional y regional
11.9 Para 2020, aumentar sustancialmente el número de ciudades y asentamientos humanos que adoptan y ponen en marcha políticas y planes integrados para promover la inclusión, el uso eficiente de los recursos, la mitigación del cambio climático y la adaptación a él y la resiliencia ante los desastres, y desarrollar y poner en práctica, en consonancia con el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030, la gestión integral de los riesgos de desastre a todos los niveles
11.10 Proporcionar apoyo a los países menos adelantados, incluso mediante la asistencia financiera y técnica, para que puedan construir edificios sostenibles y resilientes utilizando materiales locales
Portafolio de tierras y aguas
Portafolio de costas y mares
Foro manejo integrado del paisaje
Ecosistemas terrestres, bosques, humedales, agroecosistemas, políticas e instrumentos para la protección de sistemas socio-ecológicos…
Foro uso y calidad del agua
Recursos hídricos, humedales, ecosistemas acuáticos continentales, agroecosistemas, políticas e instrumentos para la gestión integrada de cuencas…
Foro regiones costeras
Ecosistemas costeros, gestión integral costera, mares territoriales, recursos marinos, pesquerías, gestión de ecosistemas marinos…
Foro ciudades y pueblos
Ecosistemas urbanos, asentamientos humanos, servicios e infraestructuras urbanas, calidad del aire, gestión de residuos, huella ecológica urbana, ciudadanía ambiental…
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