Prioridades ambientales 2014
Prioridades ambientales 2014
Julia Carabias Lillo || Reforma || 04 de enero 2014
La población mexicana llegará en 2014 a cerca de 119 millones de personas, de las cuales alrededor de 45% viven en condiciones de pobreza y cerca de 18% en pobreza alimentaria. Sin duda, el mayor reto del año será reforzar las políticas de mejora de las condiciones de vida de estas familias, para lo cual se requieren más empleos y mayores ingresos dirigidos, particularmente, a quienes viven en estas condiciones.
Esta tarea no puede realizarse sin considerar la base natural de desarrollo -la biodiversidad mexicana-, en tres sentidos: uno, garantizando que los procesos productivos no profundicen el ya grave deterioro ambiental; dos, incluyendo el uso sustentable de la biodiversidad como fuente de nuevos empleos e ingresos para sus dueños, que, paradójicamente, suelen ser los más pobres del país; tres, reconocer que los recursos naturales, renovables o no renovables, son finitos.
Lo anterior implica múltiples acciones; menciono algunas prioridades que no deben descuidarse ni rezagarse:
1. Armonizar los objetivos y metas de los programas sectoriales (serán presentados en los siguientes meses) con criterios ambientales, sociales y económicos comunes. Las históricas contradicciones entre objetivos no permiten marchar rumbo al desarrollo sustentable.
2. Articular acciones interinstitucionales para el uso sustentable de la biodiversidad en áreas prioritarias por su riqueza natural, tanto para evitar su deterioro como para aprovechar su potencial, mediante la elaboración de planes locales de desarrollo. Dichos planes deben ser el resultado de procesos incluyentes en los que se consensúen objetivos y se programen actividades para el largo plazo, fomentando las interacciones virtuosas entre la agenda social, en particular la alimentaria, y la de la sustentabilidad ambiental del desarrollo.
3. Reactivar la producción forestal y consolidar la silvicultura comunitaria aprovechando el potencial productivo de los bosques y selvas, y reestructurando programas de manejo forestal para intensificar los sitios de mayor productividad. Ello implicará el fortalecimiento de las capacidades de los ejidos y comunidades y de las empresas forestales comunitarias; el mejoramiento de los sistemas silvícolas, de los métodos de aprovechamiento y de los sistemas de transformación; el desarrollo de mercados, y la generación de condiciones para acceso al crédito, principalmente.
4. Incrementar la superficie protegida de ecosistemas naturales en varios millones de hectáreas, mediante la figura jurídica de áreas naturales protegidas y, de manera complementaria, fortalecer sustantivamente el programa de pago por servicios ambientales.
5. Impulsar, en comunidades y ejidos dueños de ecosistemas en buen estado de conservación, proyectos productivos sustentables como son el ecoturismo, el manejo de la vida silvestre, el manejo forestal comunitario, la agricultura sustentable. Los recursos y asistencia técnica requieren ser aportados por diversas instituciones como Sectur, Sedesol, Sagarpa, Semarnat, entre otras.
6. Elaborar programas especiales dirigidos a jóvenes, avecindados y mujeres sin acceso a la tierra, para involucrarlos en diversos eslabones de la cadena productiva como son la transformación de los productos naturales, el ofrecimiento de servicios, la comercialización.
7. Aprovechar las oportunidades que se abren desde el ámbito global mediante los instrumentos de las convenciones que ofrecen nuevos esquemas de financiamiento como es el caso del mecanismo de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación (conocido por sus siglas REDD+). México necesita publicar la Estrategia Nacional de REDD+.
8. Consolidar las capacidades nacionales para la prevención de riesgos elaborando los atlas de riesgo, los ordenamientos ecológicos y territoriales y reforzando los sistemas de alerta temprana.
9. Iniciar, de manera inmediata, las campañas contra incendios forestales poniendo especial énfasis en los provocados por las quemas agropecuarias. La Sagarpa debe involucrarse activamente para evitar este tipo de incendios. Además, en el combate a los incendios es indispensable implementar una estrategia de atención expedita cuando ocurran en ecosistemas naturales, principalmente en áreas naturales protegidas.
10. Revisar la política minera a profundidad para enmendar la atrocidad ambiental y social cometida por el reparto de prácticamente todo el subsuelo nacional mediante las concesiones mineras, otorgadas exclusivamente con criterios e intereses económicos.
Fuente: Hemeroteca