Un futuro para elegir
Un futuro para elegir
Julia Carabias Lillo || Reforma || 4 de febrero 2012
El lunes 30 de enero el secretario general de las Naciones Unidas dio a conocer el reporte "Pueblos Resilientes, Planeta Resiliente: Un futuro que vale la pena elegir", elaborado por el Panel de Alto Nivel sobre Sustentabilidad Global. Dicho Panel fue nombrado por el secretario en 2010 con la finalidad de formular una nueva visión, y los mecanismos para implementarla, sobre el crecimiento y la prosperidad sustentables sin transgredir los límites biofísicos planetarios, así como estimular un amplio diálogo durante la preparación de la Cumbre de Río+20 que fortalezca el compromiso común de promover el desarrollo sustentable global.
El Panel reconoce que el actual modelo global de desarrollo es insustentable. A pesar de los avances de las últimas dos décadas, más de mil millones de personas aún viven en condiciones de pobreza y, además, la presión sobre los recursos naturales no tiene precedente. En la medida que la población se incrementa (se estima llegará a 9 mil millones de personas en 2040) será necesario aumentar la producción de alimentos al menos en 50 por ciento, de energía en 45 por ciento y de agua en 30 por ciento; esta demanda deberá ser satisfecha con los recursos naturales que ya escasean y que, muchos de ellos, están llegando a su límite. Por ello, es imperiosa, más que nunca, la acción global que permita a las personas, a los gobiernos y a los mercados tomar las decisiones adecuadas de cambio para un futuro sustentable.
El Panel refrenda la pertinencia y vigencia del paradigma del desarrollo sustentable y considera que su implementación ha fracasado, entre otras causas, por la falta de voluntad política, el cortoplacismo en la planeación y la incapacidad de la política económica para incorporar el concepto.
En consecuencia, la visión de largo plazo que expresa el Panel es la de erradicar la pobreza, reducir las desigualdades, promover el crecimiento económico incluyente y la producción y consumo más sustentable al tiempo de combatir el cambio climático y respetar otros límites planetarios. Para lograrlo, se proponen orientaciones generales que se concretan en recomendaciones, las cuales, a grandes rasgos, se resumen a continuación.
El primer grupo de orientaciones está relacionado con el empoderamiento de las sociedades para que éstas puedan elegir acciones sustentables para su desarrollo modificando su actitud frente a la naturaleza, las dinámicas demográficas y los patrones de consumo y producción. Entre las medidas señaladas destacan la necesidad de propiciar la igualdad de género; fomentar empleos vinculados a actividades sustentables, particularmente de mujeres y jóvenes; establecer esquemas de etiquetado de productos para orientar a los consumidores sin crear barreras comerciales; crear un Fondo Global para la Educación; implementar una segunda revolución verde que duplique la producción de alimentos bajo los principios de sustentabilidad; fortalecer la investigación científica sobre la sustentabilidad y la interfase entre la ciencia y la toma de decisiones en el diseño de políticas públicas, entre otros.
El segundo grupo de orientaciones se refiere a la necesidad de adoptar un nuevo enfoque que coloque al paradigma de la sustentabilidad en el eje del debate económico global. Se propone una serie de medidas como son: incorporar los costos ambientales y sociales en la regulación y en los precios de los bienes y servicios, con énfasis en el carbono; promover reformas fiscales, sistemas de créditos y el ajuste de subsidios que incentiven la aplicación de criterios sustentables en las inversiones y transacciones financieras; movilizar recursos económicos públicos para estimular fuertes inversiones privadas en el financiamiento del desarrollo sustentable, particularmente en la adaptación y reducción de riesgos ante desastres; establecer un Índice de Desarrollo Sustentable, más allá del Producto Interno Bruto.
El tercer grupo de orientaciones se enfoca a la necesidad de construir un nuevo marco institucional y de toma de decisiones, a nivel local, nacional, regional y global, con instituciones y políticas integradoras, y planeación de largo plazo que considere las interacciones entre los problemas nacionales como son la seguridad alimentaria y energética y el acceso al agua limpia y sustentable para todos los habitantes. Se propone también implantar un reporte periódico sobre la evaluación del desarrollo sustentable, definir una nueva generación de metas de desarrollo sustentable e instaurar, a nivel de las Naciones Unidas, un Consejo Global de Desarrollo Sustentable.
La expectativa del Panel es que el secretario general adopte las recomendaciones, implemente las que estén a su alcance y, mediante la fuerza de la ONU, las promueva entre los gobiernos, las organizaciones internacionales, la sociedad civil, la comunidad científica y el sector privado. Se trata de una visión esperanzadora del futuro con la convicción de que, creando condiciones y oportunidades para que las personas elijan su futuro, el desarrollo sustentable será una realidad.
Fuente: Hemeroteca