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Esperanzas para el cambio climático

Esperanzas para el cambio climático

Rafael Robles de Benito || La Jornada Maya || Miércoles 6 de septiembre, 2017

Cooperación internacional en México

A pesar de las vociferaciones negacionistas de nuestro vecino del norte, que insiste en sostener una posición en la que el cambio generado por las actividades humanas en el clima global se convierte en una simple invención de científicos mentirosos y medios de información constructores de noticias falsas; y ante un clima mundial que poco contribuye a colocar el medio ambiente en el lugar de importancia que le corresponde, mientras parecemos empeñados en destrozar nuestro planeta multiplicando pobrezas, arrasando con bosques y selvas, extrayendo indiscriminadamente recursos del entorno, desde productos del mar, hasta minas a cielo abierto en lo que fueran importantes sumideros de carbono en los trópicos del orbe, en estos días suceden cosas que hacen surgir por ahí algunos rayos de esperanza, un poco pálidos quizá, pero rayos al fin, que nos permiten la obstinación del optimismo.

Por ejemplo, hace unos días se llevó a cabo, en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), la presentación del Fondo Climático de la Península de Yucatán, una asociación civil de alcance regional constituida por cuatro socios fundadores, la propia UADY, la Autónoma de Campeche, la de Quintana Roo y The Nature Conservancy México (TNC). Esta nueva organización no lucrativa espera movilizar financiamiento de fuentes públicas y privadas, nacionales e internacionales, para emprender acciones dirigidas a reducir la deforestación y adaptar las actividades en las zonas costeras a las nuevas condiciones generadas por el impacto del cambio climático.

Si bien es cierto que este esfuerzo apenas comienza, hay que subrayar que cuenta con el respaldo y la colaboración de los gobiernos de los tres estados peninsulares, que lo asumen como una línea de acción conjunta congruente con los lineamientos de estrategia regional ante el cambio climático global, y que ven en él un potencial importante para apoyar proyectos de productores y comunidades, especialmente de pueblos mayas, dirigidos a la implementación de buenas prácticas productivas, amigables con el medio ambiente, y hacerlo de manera transparente, auditable y sujeta a un permanente proceso de monitoreo y evaluación.

Por otra parte, por ahora comienzan los trabajos del Taller de Bosques y Cambio Climático entre México y el estado de California: Una cooperación técnica entre federación y gobiernos estatales. Este taller, que se llevará a cabo también en la ciudad de Mérida, convocado por la Comisión Nacional Forestal (Conafor), el Fondo de Defensa del Medio Ambiente (EDF, por sus siglas en inglés), y TNC, contará con la participación de la Agencia de Protección Ambiental del estado de California (CalEPA), la Junta de Recursos del Aire del Estado de California (ARB), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Comisión Nacional Forestal (Conafor), los gobiernos estatales de Jalisco, Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Chiapas, Oaxaca, Chihuahua, Tabasco y las organizaciones no gubernamentales Environmental Defense Fund (EDF), The Nature Conservancy (TNC), como potenciales auspiciadores, y Pronatura Sur, en su calidad de coordinador de la iniciativa GCF Task Force en México, y tendrá como objetivo establecer un espacio de diálogo, cooperación técnica y de política sobre Bosques y Cambio Climático entre el estado de California y México, con la participación de los estados avanzados en la Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Forestal (REDD+).

Más allá de los resultados de carácter técnico que se generen a lo largo de los tres días de trabajo de este esfuerzo conjunto, merece la pena destacar algunas consideraciones acerca de su significado, al calor de un escenario global no del todo favorable. En primer lugar, es loable que se reúnan a colaborar en un esfuerzo coordinado con propósitos comunes, organizaciones de dos niveles de gobierno y ocho estados del país, y organismos de la sociedad civil organizada. No es frecuente, pero es esperanzador. Además, resulta muy estimulante ver cómo se organiza y fructifica un esfuerzo de colaboración de corte subnacional; es decir, en el que no participan necesariamente dos o más estados nación, sino que se reúnen a trabajar conjuntamente entidades de dos países distintos, que comparten visiones, problemas y aproximaciones estratégicas, a veces incluso contrapuestas a las posturas de sus gobiernos centrales.

En este sentido, hay que aplaudir y dar la bienvenida a los esfuerzos emprendidos por el estado de California, que ofrece a nuestro país formas de cooperación para reducir la emisión de carbono a la atmósfera e incrementar su captura en los ecosistemas forestales de ocho estados mexicanos.

Habrá que ver qué surge de estos esfuerzos, contribuir a que fructifiquen en proyectos concretos y eficaces e informar a todos los connacionales acerca de los avances que se generen, y de otros esfuerzos que se van construyendo alrededor del tema urgente del cambio climático global, las acciones que se requieren para mitigar sus efectos y las que tendremos que emprender para adaptarnos a ellos.

Fuente: https://www.lajornadamaya.mx/2017-03-22/Hay-que-bajarle-al-volumen

Chetumal, Quintana Roo
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