Destruir, dice
Rafael Robles de Benito || La Jornada Maya || Miércoles 17 de junio, 2020
Pareciera que la 4T quisiera hacer a un lado a quienes puedan ofrecer voces críticas
Me robé este título de la novela de Marguerite Duras, no porque pretenda hablar acerca del deseo, sino porque ha sido una frase que me ha saltado a la cabeza cada vez que escucho o leo lo que dicen el Gran Timonel y su escudero Víctor Manuel Toledo cuando hablan de “los ambientalistas” y de las organizaciones e instituciones que llevan décadas esforzándose por conservar el patrimonio natural expresado en biodiversidad, los ecosistemas donde se escenifica nuestro paisaje, y los servicios ambientales que nos permiten vivir y crecer como el pueblo étnica y culturalmente diverso que somos.
En su participación durante el evento conmemorativo del pasado 5 de junio, Toledo afirmó que circulaba un manifiesto firmado por 24 ex funcionarios del sector ambiental, que hacían una serie de críticas a la Semarnat “sin sustento”, y que entre ellos se encontraban cuatro ex secretarios, “personajes ligados con los negocios verdes, con empresarios y corporaciones” de modo que representan un “ambientalismo de la derecha”. Ya que argumentar con sustento es algo tan cercano al carácter y a la formación del doctor Toledo, no puedo menos que preguntarle: ¿cuáles son los “negocios verdes” de los que habla, y cuáles las oscuras y malévolas ligas de los cuatro ex secretarios con corporaciones y empresarios, que hacen inadmisibles las críticas que proponen?
Conozco a profesionales que han transitado por las filas de la Semarnat y sus organismos. Casi todos continuamos trabajando en trincheras vinculadas con la gestión ambiental, en el gobierno, en la academia, en ONG’s e incluso en el sector privado; estoy lejos de conocer a alguno que no haga sino batallar por sostener una vida moderadamente digna. Todos ellos, de izquierda, derecha, o cualquier otro color o sabor político, merece ese respeto por el que tantas veces ha clamado Toledo pero que él, desde su bastión de moral ideologizada, se siente autorizado a negarles.
Cada vez me parece más claro que la 4T se las está arreglando para hacer a un lado a todos quienes puedan ofrecer voces críticas, calificadas y experimentadas en sus campos de acción, considerando que toda visión que les resulte distinta es sospechosa de corrupción o defensora de intereses mezquinos. El presidente decía hace unos días que se equivocan quienes piensan que la política puede ser otra cosa sino maniquea. En aras de defender la inteligencia, creo que hay que resistirse a una visión que deja sin voz a las minorías; creo que hay que insistir en que la 4T necesita de sus críticos. Quienes votamos por Morena y hoy nos encontramos desconcertados por mucho de lo que nos ofrece la administración de AMLO, no nos equivocamos a la hora de la elección: el país requiere un cambio de profundo y en muchos sentidos radical, y parte de ese cambio debe atravesar por terminar con toda corrupción.
Tenemos mucho que ofrecer a la 4T, a través del cuestionamiento y la crítica; sentimos que tenemos razón y sólidos argumentos en buena parte de nuestras posiciones, y que el nuevo régimen se hace un pobre favor al ignorar y descalificar a quienes no aspiramos a que impere un pensamiento monolítico con tentaciones autoritarias. Cuando la administración desmantela joyas como la Conabio y la Conanp, y tacha a quienes las crearon de neoliberales conservadores, o cuando Toledo espeta con violencia que los zapatistas son “léperos”, en un arranque que algo tiene de racista, parece que la 4T “destruir, dice”, y está lejos de contribuir a fortalecer la capacidad de mejorar la interacción de la sociedad mexicana con su entorno.
Fuente: https://www.lajornadamaya.mx/2020-06-17/Destruir–dice
Mérida, Yucatán
roblesdeb1@hotmail.com
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