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El imperio de la sensatez

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Rafael Robles de Benito || La Jornada Maya || Jueves 25 de junio, 2020

Presidencia

La Conanp y la Conabio parecen destinadas a la extinción

San Isidoro de Sevilla, en pleno medioevo, decía que “no rige quien no corrige”, y esto sigue siendo una verdad como un templo. A lo largo de la semana del 15 al 19 de junio estuvimos viendo nota tras nota acerca de la decisión de no retirar el 75 por ciento del presupuesto a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, y acerca del apoyo recibido por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad por parte de los miembros del gabinete que forman parte de su órgano de gobierno. En la avalancha de cambios y virajes institucionales que forman parte de la 4T, y al son de cajas destempladas denunciando su nefando carácter neoliberal, su propensión al dispendio del dinero del pueblo, así como su identificación con oscuros y supuestos “negocios verdes”, estas dos agencias -joyas de la corona de la política ambiental mexicana desde hace ya más de dos décadas-, parecían condenadas a la extinción.

Cada vez que surgen estos amagos de desaparición institucional, y que surgen voces que los cuestionan y argumentan a favor de la persistencia de esfuerzos institucionales que ha costado mucho tiempo y esfuerzo construir, se nos explica que no se trata de desaparecer indiscriminadamente lo que de veras funcione, sino de ordenar el desastre que dejó tras su paso el corrupto y voraz monstruo neoliberal.

Es cierto que las subrogaciones, la creación de fideicomisos, la entrega de contratos y concesiones a cómplices y amigos, e incluso la creación de organizaciones para la simulación y la desviación de recursos, son parte de la huella dejada por décadas de administraciones encabezadas por grupos de los que fueran los dos partidos dominantes, que fueron arrojados por la jerga contemporánea al tiradero de la historia como si fuesen una y la misma cosa: el PRIAN, siniestro leviatán que pretendía tragarse al país.

Pero también es cierto que, a lo largo de todas esas décadas, la sociedad mexicana emprendió diversas luchas para ganar espacios que permitieran respaldar causas legítimas, favorables incluso a las banderas que hoy enarbola, al menos en el discurso, la 4T.

Esos espacios, resultados de múltiples luchas legítimas, con sólidas bases populares y nacionalistas, dieron lugar a la creación de organismos diversos, como la Comisión Nacional de Derechos Humanos, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (cuya existencia el gran timonel dice ignorar), o las ya mencionadas CONANP y CONABIO, entre otros.

Tres lecturas

Vuelvo a la cita del santo sevillano, que nos ofrece al menos tres lecturas distintas: rige quien corrige en el sentido de “desfacer entuertos”, a la manera del célebre caballero de la triste figura. Así, para gobernar en una circunstancia como la que dejó en México el régimen anterior, quien rige debe reparar lo que no funciona, y eliminar lo innecesario, lo inútil y lo podrido; pero teniendo cuidado para conservar y fortalecer lo útil, que puede ser instrumento de la 4T.

Una segunda lectura es que quien rige, yerra, y debe corregir para regir; es decir, debe tener la claridad de discernimiento para saber cuándo se ha equivocado, la humildad para reconocerlo, y la atingencia para enmendar.

Ha habido algunas señales que hacen pensar que quizá el actual régimen sea capaz de corregir, aunque todavía está por verse que pueda reconocer un error. Entre estas señales hay que destacar las noticias que apuntan a que las agencias encargadas del conocimiento y la conservación de la biodiversidad podrán sobrevivir, aunque todavía no queda del todo claro hasta dónde y en qué condiciones (el golpe, y la incertidumbre generada, han sido muy severos). Otra señal tiene que ver con la presentación de un manifiesto de impacto ambiental de las obras del Tren Maya, aunque este proceso todavía presenta demasiados recovecos oscuros que merecerán notas posteriores a ésta.

Una tercera lectura de la cita de San Isidoro consiste en interpretarla en términos de que nadie rige solo: co-regir es también regir con el otro, escucharlo, no como quien oye el viento entre el follaje, sino dispuesto a reconocer en la voz del otro, en su saber, elementos que pueden contribuir a construir mejores decisiones. Esto no puede suceder, en la medida en que el gran timonel y quienes lo siguen sin cortapisas ni cuestionamientos, se han cubierto tras el manto maniqueo del “conmigo, o contra mí”. Un estado que piensa así deja de pensar, y se infantiliza, convirtiéndose en un bravucón de patio escolar que avanza al grito de “voy derecho y no me quito, si me pegan me desquito”. Empecinado en el optimismo, y aferrándome de las pálidas señales que mandan las dependencias del estado en cuanto a su capacidad de enmendar el camino en respuesta a las voces críticas, creo que todavía estamos a tiempo de apostar por la diversidad de puntos de vista, estrategias y tácticas, y encontrar en el juego cortés de las contradicciones la posibilidad de construir una vía nacional genuinamente democrática.

Fuente: https://www.lajornadamaya.mx/2020-06-25/El-imperio-de-la-sensatez

Mérida, Yucatán
roblesdeb1@hotmail.com

 

 

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