COP16 y agenda nacional

Julia

 

COP16 y agenda nacional

Julia Carabias Lillo  ||  Reforma  ||  08 de enero 2011

La COP16 y los llamados "Acuerdos de Cancún" constituyen una esperanza para el régimen climático mundial, son un importante avance para la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y resultaron un éxito para México.

Por fin, tanto los países industrializados como los países en desarrollo reconocieron oficialmente la necesidad de mantener por debajo de los 2°C el incremento de la temperatura global de la superficie terrestre, meta que, periódicamente, será revisada a la luz de los avances científicos y de los resultados del Panel Intergubernamental de Cambio Climático.

En la COP16 se recuperó la confianza en las negociaciones multilaterales, resquebrajada en conferencias anteriores, particularmente en la de Copenhague. En este caso, fue en el seno de las Naciones Unidas que se gestaron los "Acuerdos de Cancún". La ruta a seguir quedó trazada. Esta fase del proceso, al que aún le queda un largo trecho por delante, cumplió con creces las expectativas.

Entre los resultados más significativos cabe destacar que los países industrializados aceptaron elaborar estrategias de desarrollo de bajo consumo de carbón y reportar sus emisiones anuales. Por su parte, los países en desarrollo que reciban financiamiento y soporte tecnológico de los países industrializados se comprometieron a registrar las acciones de mitigación y a publicar informes bianuales de los avances.

Además, y muy importante dada la incertidumbre que se había creado, se aseguró que no existirá un vacío entre el primer periodo de cumplimiento de compromisos del Protocolo de Kioto y el segundo tratado, cualquiera que éste sea. Asimismo, se acordó un conjunto de iniciativas y la creación de un comité para identificar las prioridades, los recursos económicos y las tecnologías necesarias para que la población más vulnerable al cambio climático fortalezca sus capacidades. También, se refrendó el compromiso de los países desarrollados de transferir, de manera inmediata, a los países en desarrollo, 30 mil millones de dólares en los próximos dos años; se estableció un proceso para diseñar un fondo verde para el clima en el seno de la Conferencia de las Partes; se acordaron mecanismos para aumentar la cooperación tecnológica; y se adoptaron los términos del esperado mecanismo de reducción de emisiones debido a la deforestación y la degradación de suelos (REDD+), el cual, además de contribuir a la mitigación del cambio climático, ayuda a disminuir la pérdida de biodiversidad, entre otros acuerdos.

Por otra parte, la COP16 fue un éxito para México por diversos motivos. La cuidadosa conducción de la COP, la actitud de respeto, transparencia e inclusión del equipo negociador encabezado por la canciller mexicana, y el intenso involucramiento directo del presidente de la República, en diálogos públicos y privados, colectivos y bilaterales, contribuyeron para alcanzar los resultados mencionados con el consenso de todas las partes participantes (193 delegaciones) excepto Bolivia. México fue ampliamente reconocido por las delegaciones e incluso por organizaciones no gubernamentales que se han caracterizado por ser muy críticas, como es el caso de Greenpeace. Enhorabuena al equipo negociador mexicano.

México supo aprovechar la COP16 para mostrar al mundo los compromisos que el país asumió en el Programa Especial de Cambio Climático (PECC). Por ejemplo, dio a conocer: los documentos "Marco de Políticas de Adaptación de Mediano Plazo" y "Visión de México sobre REDD+"; la Norma Oficial Mexicana para la sustitución de lámparas domésticas incandescentes; la construcción del parque eólico para la generación de electricidad; los programas de sustitución de electrodomésticos, del alumbrado público por luminarias ahorradoras, de generación de electricidad a través del uso de biomasa; los avances en la reforestación y los apoyos a los dueños de los bosques y selvas para evitar la deforestación mediante el pago por servicios ambientales; el monitoreo de la deforestación por medio del Inventario Nacional Forestal; la creación de un Centro de Investigaciones sobre Desarrollo Sustentable y Cambio Climático, entre otros anuncios.

Para cumplir los compromisos del PECC al año 2012 falta realizar acciones más complejas relacionadas con las mejoras en la generación y uso de energía y que involucran fuertes inversiones de Pemex y de CFE; el fomento de prácticas agropecuarias sustentables, como es la cosecha verde de caña de azúcar y la reconversión productiva; la mejora en el manejo de desechos, entre otros compromisos que van a requerir un esfuerzo mayor de coordinación interinstitucional. No estaría nada mal que se aprovechara el ímpetu de la COP y que con el mismo entusiasmo, sin bajar la guardia, se fortalezca la Comisión Intersecretarial de Cambio Climático, responsable de la planeación y seguimiento del PECC y que, con el fin de que las instituciones cumplan sus compromisos, la presidiera, al menos dos veces al año, el presidente de la República.

Fuente:
Hemeroteca