Javier de la Maza Elvira

In memoriam — 20 de julio 2023

Especialista en taxonomía y biogeografía de mariposas mexicanas, trabajó durante más de 40 años en la preservación de la biodiversidad de México, especialmente en la conservación de la Selva Lacandona.

Desde muy joven mostró interés por naturaleza, en especial por las mariposas. Junto con su padre y hermano, durante muchos años realizó expediciones por diferentes lugares de México en la búsqueda y estudio de las mariposas, con lo cual pudieron construir una inmensa colección, tan destacada hoy día. Describieron muchas nuevas especies de mariposas, la Papilio esperanza, entre ellas, que denominó así en honor a su madre.

Javier estudió la carrera de biología en la Facultad de Ciencias de la UNAM. Ahí fue parte del Laboratorio de Microcine, donde pasaba largos ratos por el gran interés y pasión que ha tenido siempre por la fotografía. Poco después comenzó sus actividades profesionales. Su extraordinaria capacidad de trabajo le permitió ser Responsable, de 1979 a 1982, de la Oficina de Conservación de Hábitat en la Dirección General de Fauna Silvestre  de la entonces Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos; mientras que de 1979 a 1985 fue Presidente de la Sociedad Mexicana de Lepidopterología, periodo durante el cual también fue asesor de WWF en el proyecto de investigación y conservación de la Mariposa Monarca en México. De 1982 a 1985 fue Director de Reservas Ecológicas y de la Biosfera en la SEDUE y en 1986 Director de la Asociación Civil Monarca México. De 1984 a 1985 fue Vicepresidente de The Lepidopterists Society, en Estados Unidos.

De 1987 a 1994 dirigió el Programa Selva Lacandona de Conservation International, periodo durante el cual fundó la estación de campo Chajul, en la Reserva de la Biosfera Montes Azules, que hoy día constituye un sitio clave estratégico para la conservación de esta ANP. Esta estación de investigación alberga un importante número de técnicos, especialistas e investigadores que dirigen y desarrollan diversos proyectos de investigación y de conservación. Desde ahí, Natura y Ecosistemas Mexicanos A. C. realiza sus estudios y  difunde la importancia de este espacio tan valioso y único del territorio nacional: la Selva Lacandona.

En 1992 realizó estudios y gestiones para el establecimiento de la Reserva de la Biosfera El Triunfo en Chiapas y en 1993 fue miembro del equipo técnico planificador para la elaboración del Programa de Manejo de la Reserva de la Biosfera Montes Azules. De 1995 a 1999 participó en la construcción de la primera Secretaría de medio ambiente, la SEMARNAP, como Director de la Unidad Coordinadora de Áreas Naturales Protegidas y en 2000 fundó y presidió la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP).

Luego, de 2001 a 2005, continuó colaborando en diversos proyectos para el fortalecimiento de las Áreas Naturales Protegidas, entre ellos, el de la “Situación Actual de las Áreas Naturales Protegidas en Latinoamérica y el Caribe” del PNUMA y en el programa de “Fortalecimiento de Capacidades para el Manejo de las Áreas Naturales Protegidas” de IUCN y TNC.

En 2005 co fundó Natura y Ecosistemas Mexicanos (también conocida como Natura Mexicana) y desde entonces es su Director General. Desde esta organización, Javier ha dirigido todos los esfuerzos para la protección de las ANP de la Selva Lacandona. Además, ha desarrollado proyectos para el estudio y monitoreo de la fauna que ahí habita, ha fortalecido las capacidades de personas locales para el aprovechamiento sustentable de sus recursos naturales y ha sido mentor e inspiración de muchos de nosotros que trabajamos con él.

Además de todas estas labores, Javier realizó múltiples contribuciones académicas. Publicó más de 40 artículos científicos sobre diversidad, taxonomía y biogeografía de mariposas mexicanas, así como diversos libros sobre la diversidad biológica de México y su conservación.

También poseía una faceta artística. Fue miembro del grupo de música Lacantún, que grabó seis discos de música latinoamericana, y un magnífico fotógrafo de naturaleza, con un archivo de más de 10, 000 fotografías que han sido publicadas en diversos libros y revistas.

Javier fue un ejemplo de biólogo, lepidopterólogo, naturalista, fotógrafo, músico, excelente narrador de historias y chistes, gran jugador de dominó y apasionado del futbol (de los Pumas).

Con su inmensa capacidad de trabajo, su profunda pasión, convicción y congruencia, Javier desarrolló una labor fundamental que contribuyó a consolidar la protección de espacios naturales hábitats de rica biodiversidad, que son primordiales para México y para el mundo.

Su desaparición deja un vacío que nadie podrá llenar, pero su trayectoria ejemplar nos hereda un legado inmenso que constituye uno de los pilares en las batallas por la conservación de la biodiversidad y la protección del patrimonio natural de México.

¡Hasta siempre, querido Javier! Quedas en la memoria y el corazón de todos los miembros de CeIBA.

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