Transgresión de límites planetarios 2023: 6/9 rebasados
Información del Centro de Resiliencia de Estocolmo, aquí.
The Guardian view on planetary boundaries: the Earth has limits and governments must act on them
El clima está cambiando más rápidamente ahora de lo que lo ha hecho durante decenas de millones de años». Esta fue la contundente conclusión de la reciente serie de la BBC Earth, que pretende transmitir a los telespectadores lo cataclísmico que podría ser el trastorno causado por el calentamiento global. Chris Packham, su presentador, describió los puntos de inflexión que se alcanzaron hace 56 millones de años, cuando, en el transcurso de unos pocos miles de años, las temperaturas subieron 5ºC. Los registros fósiles de este periodo son uno de los recursos que los científicos modernos utilizan para intentar predecir las consecuencias del calentamiento mucho más rápido que se está produciendo en la actualidad.
Los límites planetarios, sobre los que los científicos lanzaron esta semana una advertencia actualizada, son otra herramienta para reflexionar sobre el medio ambiente. Se trata de un conjunto de parámetros definidos en 2009 por el Centro de Resiliencia de Estocolmo, dirigido por el profesor Johan Rockström. Son límites dentro de los cuales los cambios en los sistemas que sustentan la vida en la Tierra, que se han mantenido relativamente estables durante los últimos 10,000 años, pueden considerarse apropiados para el desarrollo humano. Sin embargo, una vez traspasados estos límites, todo se vuelve mucho más extremo, inestable y amenazador. Además de constituir un intento de cuantificar la perturbación que pueden soportar los sistemas naturales, los nueve límites intentan asimismo ampliar la comprensión de los riesgos involucrados. Un mensaje clave fue que el calentamiento global causado por los gases de efecto invernadero atrapados en la atmósfera no es la única amenaza.
La última evaluación indica que ya se han rebasado seis de los nueve límites; se trata de una urgente llamada de atención. Por primera vez, los científicos han evaluado la situación en todo el mundo y expresan su mayor preocupación por las conclusiones en lo que se refiere a la pérdida de biodiversidad, estrés en la disponibilidad de agua dulce y el degradante uso del suelo. Junto con la eliminación progresiva de los combustibles fósiles, sostienen que la prioridad más urgente es acabar con las prácticas agrícolas destructivas que causan deforestación, pérdida de hábitats y contaminación a escala masiva.
El profesor Simon Lewis describe este enfoque de análisis de los límites planetarios como un «intento heroico de simplificar el mundo». Como tal, tiene algo en común con la economía del donut de Kate Raworth. Pero, por muy valiosos que sean estos conceptos, en última instancia se juzgarán en función de si pueden ayudar a impulsar la imposición de límites reales a la producción de combustibles fósiles y otras actividades perjudiciales, que sólo los gobiernos pueden imponer.
La eliminación progresiva del carbón, el petróleo y el gas se eliminó de la cumbre climática de Cop27 del año pasado. Esta semana, Fatih Birol, director de la Agencia Internacional de la Energía, afirmó que debe volver a figurar en el orden del día de la COP28, que se celebrará en Dubai dentro de dos meses. El nombramiento de Sultan Al Jaber como presidente de este año ha mermado la confianza en el proceso climático de la ONU, quien dirige la Compañía Nacional de Petróleo de Abu Dhabi. Actualmente, los Emiratos Árabes Unidos (EAU) planean una expansión masiva de petróleo y gas.
Pero la oposición a los planes de EAU, Arabia Saudí y las empresas petroleras occidentales es cada vez mayor. Se espera que Rishi Sunak no asista a la cumbre sobre la ambición climática organizada por el secretario general de la ONU, António Guterres, la próxima semana. Su entusiasmo por las nuevas inversiones en petróleo y gas puede haberle descalificado para asistir. Pero se instará a otros líderes a que aprovechen la oportunidad para encaminar al mundo hacia un sistema energético transformado. Las pruebas del sufrimiento causado por el calentamiento global siguen acumulándose, junto con las alarmantes evaluaciones de los expertos, por lo que nunca ha sido mayor la necesidad de que los gobiernos reconozcan formalmente los límites del planeta y actúen en consecuencia.
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