Blog

Desarrollo turístico peninsular y »áreas protegidas»

 

rafaelroblesdebenito

Rafael Robles de Benito || La Jornada Maya || Martes 05 de diciembre, 2023

Jornada

El establecimiento de las ANP ha servido para colocar un cerco verde que separe proyectos

Gracias a las “benditas redes sociales” cayó en mis manos un documental muy interesante acerca del desarrollo turístico en nuestra región peninsular. Este documento, que se puede encontrar en YouTube, se titula Mayapolis: Turismo y expansión urbana en la península de Yucatán, fue producido en el marco del proyecto Touralmex, con apoyo material de la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad Autónoma de Yucatán y de la Universidad de Angers, y el apoyo financiero de la Región Pays de la Loire, la Unión Europea, Angers TourismLab, el Instituto de Geografía de la UNAM y el Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos; fue escrito y realizado por Renaud Lariagon, y cuenta con la participación de destacados investigadores de los centros de generación del saber más prestigiosos de la zona, incluyendo desde luego a la UNAM, y al Cinvestav, además de la UADY, entre otros.

Con apenas una hora de duración, el documento aporta un análisis robusto, esclarecedor y crítico acerca del rumbo que ha seguido el desarrollo de la industria turística en Campeche, Quintana Roo y Yucatán, la participación que han tenido en el proceso las comunidades urbanas y rurales y el pueblo maya yucatanense, y los impactos que este modelo de desarrollo ha tenido sobre el patrimonio natural peninsular, y los que podrá tener en el futuro próximo, particularmente a partir de la entrada en operación del tren maya y otros proyectos de infraestructura emprendidos al calor de la cuarta transformación, como el aeropuerto de Tulum, por ejemplo. Si bien se centra en una visión que tiene mucho de economía política, antropología y geografía social, y hace uso de instrumentos conceptuales como la metropolización, turistificación y desarrollo mediante el despojo, incluye también herramientas conceptuales propias de la ecología. Es, en una palabra, una valiosa aportación a la ecología humana.

Dado el trabajo que efectué durante prácticamente toda mi vida profesional, centraré mi comentario únicamente en uno de los temas que se tocan a lo largo del documental, que me ha resultado no solamente interesante, sino que creo que apunta en una dirección que quizá no hemos discutido con la suficiente profundidad en nuestro país: el papel social que ha jugado hasta ahora la mayor parte de las áreas protegidas, el que podrían jugar, y los riesgos que implica dejar de lado la polémica serena y productiva, y casarse con posturas ideologizadas o moralizantes. Los investigadores que participan en el documental parecen dejar en claro que consideran que los esfuerzos realizados hasta ahora en materia de conservación del patrimonio natural de la nación responden menos a la voluntad de proteger un bien común, que a la intención de contribuir al despojo de un bien social, originariamente en manos de los residentes locales, que hacían de él un uso sustentable.

Creo que todos podremos estar de acuerdo en que la biodiversidad que habita los ecosistemas de nuestro país y los servicios ambientales que estos ecosistemas prestan a las comunidades humanas, han recibido una intensa presión insostenible en el largo plazo, a través del proceso de desarrollo emprendido al menos a partir del triunfo de la revolución. Dado que esta presión no parece estar cerca de abatirse, creo que también estamos de acuerdo en que algún esfuerzo se debe emprender y sostener para proteger al menos una muestra relevante y significativa de estos ecosistemas, dado que al final del día son la base material de todo proceso de desarrollo, sea cual sea el modelo que éste siga. Hasta ahora, el mejor instrumento de política pública de que dispone el Estado para garantizar la protección del patrimonio natural nacional atraviesa por el establecimiento y el manejo eficaz de áreas protegidas.

Decir ahora que el establecimiento de áreas protegidas (ANP) solamente ha servido para colocar un cerco verde que separa a los proyectos de desarrollo turístico, y aísla a los visitantes en una suerte de artificial paraíso de naturaleza espectacular, a la vez que despoja de la tierra a sus propietarios originarios y les impide el aprovechamiento de los recursos naturales que continúan percibiendo como de propiedad común, corre el riesgo de convertirse en una generalización y una simplificación que logra solamente invalidar la herramienta, y colocar a los esfuerzos de conservación entre la espada de la animadversión social y la pared de la carencia presupuestaria. Esto es, en parte, lo que está sucediendo con la Comisión nacional de Áreas Naturales Protegidas en el contexto de la 4T. En lugar de incurrir en esta trayectoria, al estilo de tirar al niño junto con el agua de la bañera, deberíamos explorar dos vías complementarias, como se ha hecho ya en muchas de las áreas sujetas a conservación bajo la jurisdicción del gobierno federal, y algunas estatales: dotémoslas de programas de manejo robustos, rigurosos y realizables, y por otra parte, asegurémonos de que quienes participen de manera protagónica en la formulación de estos programas sean precisamente los residentes locales, dueños de la tierra y derechosos agrarios, forestales y pesqueros.

Dicho esto, cierro con un breve comentario acerca del documental que dio lugar a esta breve contribución: doy por hecho que la mayoría de los inversionistas relevantes en la industria turística no tiene mayor interés en colaborar con garantizar la salud ambiental de los sitios donde inviertes, de modo que es pena perdida intentar convencerles. Pero es otra la historia en el caso del estado mexicano, los gobernadores y gobernadoras de los estados peninsulares, los congresos locales y los alcaldes y alcaldesas. Para todos ellos, dedicar una hora de su tiempo a revisar este documental debería ser tarea obligada y urgente.

roblesdeb1@hotmail.com

Fuente: https://www.lajornadamaya.mx/opinion/224103/desarrollo-turistico-peninsular-y-areas-protegidas-mayapolis-peninsula-de-yucatan-campeche-quintana-roo

Sorry, the comment form is closed at this time.